Nuevos vientos desde Buenos Aires
Juan Emilio Cheyre Director Centro de Estudios Internacionales UC
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Juan Emilio Cheyre
La asunción al poder del Presidente Mauricio Macri en Argentina irradia nuevos aires, no solamente en su país, sino que en la región. Sus primeras decisiones permiten establecer que, en lo interno, su apuesta se orienta a buscar armonía y espacios de participación de todos, como asimismo generar un vínculo que brinde a los medios de comunicación e instituciones la libertad y la autonomía para ejercer sus funciones a plenitud. En cuanto a las decisiones de carácter económico y en la definición de la forma como Argentina se vinculará con el mundo, apuesta a una apertura que derribe las barreras de protección y autarquía, que por más de una década llevaron al país trasandino a aplicar políticas que rechazaban la globalización y generaban un proteccionismo aislacionista.
Los primeros días de su administración dan muestras concretas de un actuar que apunta a crear un clima que muestra una visión de Estado signada por recuperar confianzas, fortalecer instituciones, generar políticas públicas con consensos para afrontar la solución de problemas crónicos que afectan a Argentina y una política exterior pragmática alejada de ideologías.
Sus primeras acciones dan prueba de lo expuesto. En la normalización de la economía, se ha eliminado el cepo cambiario y las retenciones a las exportaciones industriales y al campo salvo la soja; se ha decretado emergencia eléctrica y recortado los subsidios a la luz y el gas; se han adoptado medidas para bajar la inflación y defender el valor de la moneda nacional y se hizo un llamado a los exportadores a no evadir impuestos.
El Presidente ha exigido el compromiso de todos buscando eliminar las medidas que llevan a que muchos obtengan beneficios sustrayéndose de trabajar. En ese sentido, la frase “todos a trabajar para poder cobrar”, refleja bien la voluntad de dinamizar la actividad real y al mismo tiempo enfrentar la inflación. Este último aspecto tiene grandes complejidades y exige tener resultados en el corto plazo, que no le serán fáciles obtener.
Una nueva era en la política exterior la anunció la canciller trasandina, Susana Malcorra, quien expresó que “hay que sacar las relaciones exteriores de la arena de la política interna. Eliminar las dicotomías y usar las cosas que le sirven a Argentina”. Así, se ha cuestionado el acuerdo con Irán y se revisarán los pactos con Rusia y China. En el ámbito regional, Macri adoptó una firme posición que consideraba plantear la suspensión de Venezuela del Mercosur. Fue una advertencia a que ese gobierno debe actuar en consecuencia con el respeto de las normas democráticas que exige la pertenencia a los organismos internacionales de la región. Se avecinan buenas relaciones con Estados Unidos y la Unión Europea mientras que, en el ámbito regional, se reforzaría el vínculo con Brasil y la pertenencia al Mercosur, pero se generaría paralelamente un acercamiento a la Alianza del Pacífico.
El nuevo gobierno que acaba de asumir en Argentina no será más de lo mismo. En política interna y en política exterior se visualiza todo un cambio, que no sólo tendrá efectos en Argentina. Se irradiará un nuevo tipo de vínculo de ese importante país con la región. Sus políticas públicas se acercarán a aquellas que han demostrado tener resultados positivos. Macri se acercará a un actuar de los gobernantes que, más que a ideologías o políticas de izquierda o derecha, apuestan con pragmatismo a resolver los problemas de la gente, sobre todo aquellos que afectan a quienes tienen mayores carencias.